IPCE Corbiobío: Desafíos y proyecciones 2024 para la Región

El Observatorio de Corbiobío entregó un nuevo Informe de Perspectivas de Coyuntura Económica, IPCE, marcado ahora por los desafíos económicos de la Región del Biobío, con énfasis en la urgencia de reactivar el empleo de jóvenes profesionales y del segmento senior, junto con derrotar la inflación y reducir la pobreza.

Otra clave de interés del sector productivo y de las universidades regionales, presentes en la exposición, fue la proyección económica 2024 para la región del Biobío.

El economista del Observatorio de Corbiobío, Ariel Yévenes, enfatizó que «en los desafíos, de cara a una urgente reactivación económica, emergen ideas fundamentales como la urgencia de generar proyectos que absorban mano de obra calificada, en áreas vinculadas a infraestructura y desarrollo de la innovación, en lo cual la región debe activar un punto de inflexión».

El informe arroja una demanda interna bastante débil, ligada a la falta de inversión en el Biobío, temas claves que el gobierno central y regional deben asumir con premura y eficacia.

Francisco Gatica, también analista del Observatorio de Corbiobío, abordó en detalle los desafíos económicos regionales y señaló que «las estimaciones del Banco Central (IPOM, septiembre 2023) plantean que el próximo año nuestro país puede crecer a una tasa del 1,5% al 2% del PIB, lo que constituye un escenario mejor que el actual.

Todavía estamos viviendo los últimos ajustes económicos pospandemia, junto con el complejo escenario internacional de conflictos bélicos, menor crecimiento de mercados internacionales y ajustes en las tasas de interés de otros países», dijo.

Francisco Gatica enfatizó que nuestra Región presenta tasa de desocupación del 8,6%, evidenciando un incremento comparado con igual mes del año pasado.

Pese a que las personas ocupadas crecen en un 0.8%, la economía regional aún no logra crecer con la vitalidad necesaria como para cubrir el aumento de la fuerza laboral del 2.4% (INE Biobío, 29 de septiembre de 2023).

Gatica sostiene que llama la atención que el 26% de las personas ocupadas en la Región del Biobío estén en la condición de la informalidad, vale decir, son trabajadores que no pagan salud, ni previsión, y probablemente estarán en el futuro en una condición de mayor vulnerabilidad.

Este porcentaje no se aleja mucho del promedio nacional, donde la tasa de informalidad es del 27.2% (INE Nacional, 2 de agosto de 2023). Son las mujeres las que presentan una mayor informalidad, ubicándose 5.3 puntos porcentuales en relación a los hombres (INE Biobío, 8 de noviembre).

El analista del Observatorio de Corbiobío, Francisco Gatica, precisó que, si se analiza por tramo de edad, el segmento que más explica la informalidad son aquellos que tienen 65 años o más. Sin embargo, preocupa que el grupo etario de 55 a 64 años creciera 18.3% y el segmento de jóvenes, de 15 a 24 años, tenga un aumento de 18.9%.

Finalmente, Francisco Gatica puntualizó que «resulta fundamental comenzar a estudiar este fenómeno. Podemos tener un grupo de trabajadores y trabajadoras que estén en la informalidad de manera transitoria, explicada por la pérdida del empleo formal en un periodo acotado, volviendo en un mediano plazo a la formalidad.
Pero también podemos tener otro grupo de ocupados informales permanentes, explicado por personas donde su condición es de largo aliento y que pueden estar distribuidos en aquellos y aquellas que se cansaron de buscar empleo formal, son asalariados privados (frecuentes en micro y pequeñas empresas), son trabajadores por cuenta propia o son los que optaron por emprender, entre otros grupos».

“Para cada uno de estos segmentos debemos tener políticas regionales específicas, que reconozcan las heterogeneidades de cada grupo laboral», concluyó.

 

 

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